Los faros del coche son una parte esencial para la seguridad al volante, especialmente en condiciones de poca visibilidad. Con el tiempo, pueden ensuciarse o desgastarse, lo que no solo afecta la estética del vehículo, sino que también puede provocar fallos en la ITV.
En esta guía, te mostramos cómo limpiar los faros de tu coche de manera sencilla para asegurarte de que pasen la inspección sin problemas.
Con faros sucios o desgastados, es posible que tu coche no cumpla con los estándares de visibilidad exigidos para pasar la ITV. Limpiar los faros no solo mejora la seguridad, sino que también evita problemas con los inspectores.
La pasta de dientes es una opción popular para limpiar los faros del coche, gracias a sus propiedades ligeramente abrasivas.
- Limpia los faros con un paño húmedo para quitar el polvo.
- Aplica una capa generosa de pasta de dientes (preferiblemente blanqueadora).
- Con un paño o esponja suave, frota la pasta de dientes en movimientos circulares durante 5 minutos.
- Enjuaga con agua y seca los faros con un paño limpio.
Este método es ideal para eliminar la capa superficial de suciedad y mejorar la claridad.
Esta combinación es excelente para eliminar manchas difíciles y devolver la transparencia a los faros.
- Mezcla bicarbonato de sodio con un poco de vinagre hasta formar una pasta.
- Aplica la pasta sobre los faros y frota con un paño.
- Deja actuar durante unos minutos y luego enjuaga con agua.
Este método no solo limpia, sino que también desinfecta, dejando los faros como nuevos.
Si los métodos caseros no ofrecen resultados suficientes, un pulidor para plásticos puede hacer maravillas en faros muy opacos.
- Aplica el pulidor sobre los faros.
- Frota con un paño en movimientos circulares.
- Retira el exceso de producto y verifica el resultado.
Aunque es un producto químico, el pulidor para plásticos es seguro para los faros y puede devolverles la claridad en poco tiempo.
Una vez limpios, mantener los faros de tu coche en buen estado requiere ciertos cuidados:
- Limpia regularmente: Pasar un paño húmedo una vez por semana ayuda a evitar que la suciedad se acumule.
- Usa una capa protectora: Existen productos selladores que forman una capa sobre los faros, protegiéndolos del polvo y los rayos UV.
- Evita productos abrasivos: Aunque efectivos, pueden desgastar el plástico con el tiempo.
Si después de la limpieza los faros siguen opacos o amarillentos, podría ser momento de reemplazarlos. Inspecciona tus faros regularmente y asegúrate de que ofrezcan la mejor visibilidad posible.
Limpiar los faros de tu coche es una tarea sencilla que puede marcar la diferencia a la hora de pasar la ITV. Con estos métodos, no solo mejorarás la visibilidad, sino que también asegurarás el buen estado de tu coche en cada inspección. ¡Ponte manos a la obra y disfruta de unos faros relucientes y listos para la carretera!